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Lineas

LINEAS PARA PEJERREY

 LINEA DE FLOTE
Una clásica línea para pejerrey chico o mediano, con cinco boyitas para usar casi en cualquier ámbito. La madre confeccionada con nailon 0.30 y los rotores atados con nudos fijos o corredizos a elección. Son mucho más simples y rápidos de hacer los corredizos. El nailon de las brazoladas de 0.20 (Amnesia) y la medida de los anzuelos de acuerdo a lo que esté saliendo, a la carnada que ofrezcamos o a lo que estemos buscando. Las boyas circulares pueden ser de 10 mms. Las micro-municiones evitarán que los anzuelos tiendan a subir a la superficie. Los mosquetones preferentemente con destorcedor y los rotores también. Por supuesto todo debe estar muy bien equilibrado para que actúe en conjunto. El boyón impulsor puede ser de cualquier forma, color y tamaño, pero casi siempre es preferible evitarlo (por lo ruidoso). Al hacer el lance es preferible pasarnos de la zona donde pica y traer la línea suavemente y sin ruido hasta el lugar indicado.

 LINEA DE FLOTE Otra igual a la anterior pero con solo tres boyas para una pesca si se quiere más pesada. Por consiguiente deberemos engrosar los diámetros de los nailons, y en relación a estos todas las demás partes del equipo. Caña, reel, etc. Las boyas circulares deberían ser como mínimo de 25 mms. También sirve para casi cualquier ámbito pero nos facilita las cosas al complicarnos solo con tres anzuelos en lugar de cinco como la anterior. Eso ayuda mucho a bordo de una embarcación y a la hora de no tener una caña de más de 4,20 metros para poder manejarla. Es más: Hoy las nuevas reglamentaciones prohiben la pesca deportiva con más de tres anzuelos para armar líneas de pesca de pejerreyes.


 APAREJO PATERNOSTER  APAREJO PATERNOSTER Paternoster, el aparejo “polifacético”

Es un clásico como la “zanahoria” para encontrar la justa profundidad donde nada la especie que busquemos. Con ambas se puede pescar todo el día, pero considerando que el animal se mueva en una franja delgada de agua las posibilidades de hacer un doblete son menores que en una línea con las profundidades de las brazoladas parejas. Otra opción más para encontrar el cardumen.

La clásica línea de “semi-fondo” con una boya del tipo “zanahoria” para buscaral pejerrey en diferentes profundidades sin cambiar de línea o de largo de brazolada. Es bueno en aguas transparentes y si encontramos la profundidad justa. Debemos tener cuidado al elegir el plomo que la mantendrá a flote: Debe ser el exacto para su equilibrio.

A estos aparejos también los armo con un plomo pasante colocado en el fondo de la madre, que manejo con nudos corredizos y perlitas, lo que deja hilo para atar un anzuelo en la base de la línea. Son ideales para empezar el día en aguas cerradas desconocidas y como ya dijimos nos marcará claramente la profundidad en la que se está moviendo el pejerrey en el momento que lancemos la línea al agua. También es posible atarla directamente con un mosquetón colocando la boya corrediza en el mismo hilo del reel lo que nos permitirá acceder a mayores profundidades controlándola con nudos corredizos. Cabe aclarar que en el caso del paternóster la boya (lapicero o francesa) puede trabajar acostada, en cuyo caso el pique lo marcará parándose o trabajar parada (flotando a media agua) para que acuse el pique de las dos formas: “Parándose” si el pejerrey toma el cebo y nada hacia abajo o “acostándose” en el agua en el caso que el pejerrey luego de tomar la carnada nade hacia arriba. Es muy importante en ambos casos que los plomos estén perfectamente balanceados con relación a las boyas.

Personalmente los plomos los coloco pasantes entre el último anzuelo y el segundo empezando de abajo para evitar los enredos de la brazolada con la plomada. Las pesadas (de madera balsa) funcionan bien con el agua movida y las livianas (plástico) andan bien con aguas calmas. Esto se debe a que son boyas largas y nos marcarán con el movimiento del agua sacudidas que por momentos confundiremos con piques. Es importantísimo que los rotores en estas líneas (como en todas las verticales) trabajen en el sentido de la rotación lo más sueltos posible. Muchos los suplantan por esmerillones. Las brazoladas deben ser largas y de nailon fino para que sus movimientos sean lo más naturales posible y para todas las demás partes del equipo debemos mantener un muy buen equilibrio para que todo trabaje en armonía, y en algunos ámbitos es preferible atar los anzuelos con un nudo “loco”. Algunos pescadores (entre los que me incluyo) hacemos las brazoladas enrulando el inicio del sedal para que se despeguen mejor de la madre evitando así los enredos sobre sí misma. Hoy se venden hechas y las llaman “entorchadas”. La forma de la boya cambiará de acuerdo a la pesca. Este paternoster sirve también para la pesca de especies de río como la boga y otras especies y se podría decir que es indispensable en la caja del pescador de muelles o escolleras en el mar, donde además de pescar pejerreyes todo el año clava palometas, anchoas, pescadillas, sardinas, burriquetas, etc. Y todo esto sin contar con la posibilidad de pescar de fondo con la misma línea fondeada con un plomo que alcance a sumergir la boya.

 PATERNOSTER QUEBRADO El “paternoster ahogado” es una línea quebrada, creación de un pescador viejo de la laguna más desafiante de la provincia de Buenos Aires.
Detalles constructivos

Para evitar confusiones, el color de la cometa (rojo, por ej.) deberá contrastar con el del pilotín y la esférica (amarillo). Asimismo, para la madre es preferible utilizar nylon de color para distinguirla de las brazoladas que serán preferiblemente transparentes. La boya redonda va entre nudos corredizos, posibilitando cierta capacidad de variar la profundidad de trabajo. Es bueno confeccionarlos en otro color para distinguirlos. El resto de los nudos pueden asegurarse con cemento o esmalte. Una perfecta calibración de la boya redonda es primordial, no olvidando el peso del aparejo más el de las carnadas. Es recomendable utilizar varios plomitos chico en lugar de uno grande para poder removerlos en caso de ser necesario. Tampoco está de más cargar algunos plomitos y municiones partidas para ajustar resistencias ya en el agua, dependiendo de las condiciones del viento, la deriva y de lo agitado de la superficie. Otra boya con buenos resultados en lugar de la clásica cometa es una chupetona, de esas esféricas al centro con dos conos invertidos, uno de ellos más largo. También podemos usar una palito desparejo. A los anzuelos Mustad 1687 Nº1, les paso un microesmerillon por el ojal en reemplazo del tradicional nudo loco, ya que de esta forma giran más libres en todos los sentidos. Las medidas que se describen en el esquema son para una caña de 4 mts. Ahora si desea utilizar una caña de, digamos, 3,60 mts, deberá tomar una decisión: Acortar las brazoladas o sacrificar un anzuelo. Este punto es controversial. Después de exprimentar, personalmente elijo eliminar un anzuelo para mantener y hasta incrementar el largo de las brazoladas restantes. Se debe calibrar la boya esférica para que trabaje apenas ahogada.


También hay líneas “chirimbolo” y “balancín” (ambas de origen cordobés), “chiripa” (La Brava), “moneda” (usada mucho en los concursos por cantidad), redondas, dentro de las que contamos las boyas “yo-yo” con la que regulamos la profundidad sin cambiar brazoladas, “cometa”, “chupetonas”, “palito”, etc. Cada una rinde de una u otra manera sabiendo como, cuando y donde usarlas.

 CHIRIPA LA BRAVA


 BOYAS PING PONG La convencional aunque no demasiado deportiva de 3 boyas grandes y livianas (sencillas de ver y que nos acompañan con una deriva importante) para garetear muy muy lejos del bote, ideal para distinguir el pique en el Río de La Plata donde el pejerrey está muy arriba y al esquivar la embarcación se reacomoda a su nivel muy lejos del obstáculo. Pueden armarse con boyas de 50 milímetros o más, del formato que nos guste y de materiales como poliuretano aunque todavía hay quienes las arman con pelotas de ping pong perforadas y preparadas con “espaguetis” pegados y sellados para esta modalidad de pesca. Deberemos colocarle un “pilotín” en caso de no tener un puntero que nos desacomode la línea. El lazo por supuesto puede ser reemplazado por un esmerillón con mosquetón. Los rotores por supuesto deben ser giratorios. Las brazoladas son preferiblemente cortas de entre 10 y 20 centímetros lastradas con una munición partida para evitar que levanten los anzuelos que deberían ser de tamaño como para evitar el pique de los ejemplares chicos ( 1/0 ). La carnada la presentamos también grande o armamos un racimo de varias mojarras. Recomendamos usar nailon que flote bien para facilitar las clavadas a distancia que con el hilo hundido se hace muy difícil sino imposible. Un flotalíneas bueno pasado con un trapo la noche anterior (sin exagerar para que no se le pegue basura) es la solución. Una caña de cuatro metros y un reel frontal mediano completan el equipo. La madre de 0.40 con una distancia ideal entre boya y boya (grandes) de 1,60 metros. Entre la primera boya y el pilotín 0,60 metros y entre la última boya y el lazo (para enganchar un boyón) puede ser de entre 30 y 60 centímetros. Las boyas chicas de 10 a 12 milímetros (deben ser suficientes para sostener la carnada) personalmente las hago “locas” igual que al rotor para que tengan juego libre de unos 30 centímetros entre nudo y nudo que por supuesto los ato corredizos y los desplazo a gusto. En caso de usar boyas yo-yo por supuesto descartamos que están de más los rotores. Es bueno aclarar que las boyas chicas aseguran la clavada ya que cuando la boya grande marca el pique es porque el pejerrey ya tomó la carnada. En el Río de La Plata también es bueno colgar dos cebaderos dejando salir la atracción de a gotas para que a medida que vayamos derivando deje una “calle” de ceba en la que deberemos ir probando con nuestros aparejos derivando a la par. Podemos controlar la velocidad de gareteo con un ancla de capa

 TRAMPOSA EN BRAZOLADA

Otro modelo de tramposa se arma con la boya pequeña en la brazolada del anzuelo. Esta boya además de mantener separada la carnada de la madre de la línea y de ofrecer mucha menos resistencia al pique del pez nos da la buena posibilidad de variar la profundidad a la que pescamos si la armamos con nudos corredizos como deben ser. Al igual que en la “Ping Pong” cuando la boya marca el pique es muy probable que el pez ya haya tragado la carnada y no se nos escape haciéndonos cañar en falso. La diferencia es que en lugar de rotores es conveniente según algunos conocedores armarlas con microesmerillones para evitar la rigidez del alambre o plástico que desnaturalizará el movimiento de la carnada en el agua además de no necesitar cambiar las brazoladas si queremos variar la profundidad, solo corremos la boya hacia el anzuelo (más arriba) o hacia la madre (más abajo). Esto no quiere decir que no acomodemos una línea clásica a esta modalidad. Da buenos resultados pescando lejos del bote. En los dibujos podemos ver una con boyón impulsor y otra no. Cabe aclarar la diferencia entre ambas: Si usamos boyón la boya debe “mirar” hacia la caña y si no usamos deberemos armarla a la inversa. Hay quienes niegan deportividad a esta línea pero les garantizo que hasta quienes la desprecian la usan como “último recurso” en ámbitos difíciles en los que pescar lejos es condición indispensable para poder pinchar algún ejemplar.


 LINEA DOBLE PALITO El modelo de boyas llamadas “palito” es relativamente nuevo en el mercado (data de la década del 60) y casi enseguida llenaron las expectativas de los pescadores de aguas movidas. El movimiento que les imprime el agua rizada de la superficie se transmite a la carnada que debajo del agua se desplaza con movimientos de subida y bajada que semejan pequeños “saltos” que realiza el engaño y estos atraen al pejerrey. Estas boyas acusan el pique levantando el extremo contrario al que se encuentra el rotor y son las más elegidas a la hora de tener que pescar lejos del bote por la facilidad con que se distingue el momento de la clavada. Si está armada con los rotores mirando hacia el pescador el pique se muestra levantando marcadamente el palito, pero si se encuentran mirando hacia el boyón se marcan bastante menos saliéndose normalmente de línea. De cualquier manera esto dependerá fundamentalmente de la tensión que estemos dando al nailon del reel. Las boyas palito tal vez sean las que nos demanden elegir las de mejor calidad (lo que incide directamente en el precio). Las de plástico son muy livianas y es posible que marquen tardiamente el pique y lo haga hacia los laterales complicando el momento de la clavada. Se las puede lastrar desde el rotor o desde la brazolada para hacerlas más sensibles. Por supuesto las de madera balsa son las mejores dependiendo en cierta forma del material que usemos para atravesarlas (el mimbre dicen es lo ideal). Las de dos colores (con uno negro) nos darán la ventaja de que si estamos con el sol de frente vamos a poder armarla de una manera y con el sol de espaldas podremos darla vuelta (pero cambiando el sentido del rotor). Además el color que vemos detrás siempre es distinto al que vemos de frente lo que la distingue mucho mejor poniendo el color negro mirando hacia el pescador. Es ideal para pescar embarcado donde la superficie del agua se mueva y trabajándolas lejos del bote.

 PIQUE
 CONSTRUCCION
 ALINEAMIENTO
La fig. 1 marca el pique con el rotor hacia el pescador. La fig. 2 lo marca armada con el rotor hacia el boyón.
Los rotores en contra del pescador marcan el pique como lo indica la figura N° 2 en el dibujo de la izquierda.
Alinea el aparejo y también pesca. Se usa en líneas sin puntero. Es preferible perita.

Las de fondo se arman como las de variada alargando las brazoladas y con nailons más delgados para que trabajen más natural. Pero como digo siempre hay una línea por cada pescador y por cada ámbito. Solo debemos ingeniarnos para tratar de tentar a las flechas de plata de la forma en que veamos más conveniente. La pesca no es la misma para los grandes del río Negro que para los de Chasicó. No es lo mismo en el Río de La Plata o en la costa marplatense y en ésta no es lo mismo tentar a los panzones en la rompiente que tentar al corno desde una escollera o en la restinga. En fin: Hay que ingeniárselas a como tengo lugar sin temor a exagerar o hacer el ridículo con los inventos. Dese los gustos, pásela bien y tengan ustedes una muy buena pesca de pejerreyes.

. . Algunos si o si para cuando armemos líneas de pejerrey
A) Las líneas deben medir lo mismo que la distancia entre el puntero y el reel. Más larga es incómoda de manejar y más corta no se aprovecha completamente.
B) La distancia entre boyas dependerá del uso o no del puntero. si lo usamos debemos tener 0.20 mts. del pilotín a la 1° boya, 1,20 mts. entre boyas (rotores) y 0.60 mts. entre la última boya y el puntero. Si no usa puntero puede aumentarse la distancia entre rotores. El 1,20 mt de distancia tiene que ver en la relación con la onda en el agua (la ola) en condiciones óptimas. Las medidas dadas son las clásicas.
C) En la línea sin puntero se debe colocar el rotor del lado del pescador. Trabaja en forma desprolija pero si se invierte la última boya (con respecto al rotor) mejora bastante el alineamiento.
D) En la línea con puntero el rotor debe ir del otro lado de la boya (o sea hacia afuera). Este mantiene a las boyas alineadas en forma constante por lo que las llevadas laterales se distinguen mejor. Si hay viento de frente y clavamos violentamente el puntero aguanta que la línea no se nos venga encima.
E) El pilotín nos “acomoda” el sentido de la alineación del aparejo y hace de tope contra el puntero cuando recogemos evitando dañar la primera boya.
F) Los rotores preferentemente deben ser giratorios para evitar los clásico enredos y para esto debe tener buen juego en su paso por la madre de la línea y el lazo debe permitirle pasar fácil la brazolada.
G) Las boyas plásticas son las mejores cuando precisamos poco peso. Aprovechan mejor el poco viento. Cuando el viento es fuerte son un problema. Las de madera balsa son de mejor relación “peso-flotabilidad” por lógica las de mejor rendimiento. Las de Tergopol son difíciles de encontrar dos del mismo peso ya éste está dado por la concentración de material en la boya y casi nunca coinciden. Las de poliuretano son fuertes pero si se lastima su recubrimiento la boya se arruina. Personalmente preferí y preferiré siempre las de madera balsa. Sobre todo en las del tipo “paternoster”.
H) El color de las boyas lo manda la luz y el ámbito, no las vidrieras. El tamaño lo manda la distancia a la que estemos pescando y la buena vista del pescador. La forma la determina la intensidad del viento, si lo tenemos de frente o de espalda o si estamos fondeados o gareteando. Observen, piensen y pesquen.
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